I

Es el viaje infinito
de las nubes inmensas
que avanzan poco a poco
y luego se desintegran.

Muchísimas cosas hay
que podría decirte:
¡qué hermoso ese el mundo,
qué bellos sus cisnes!

Ahora invaden los meteoritos que caen del cielo en llamas.

Vienen también platillos voladores
y alienígenas verdes con antenas y rayos láser.


II

Que no dejen los verbos de cantar.

Que no se detengan las sílabas:
el matrimonio es un contrato indisoluble.

Aquí no hay espacios para divorcios
ni separación de males ni carnicerías de barrio.


III

Sopla el viento, moja la mar y defeca la tierra.

Los ingredientes a utilizarse fueron escondidos.

Nadie pensó en los niños... ¡NADIE!

Todos pensaron en los niños... ¡TODOS!

Y ustedes, ¿qué hacen aquí?
Nadie los ha invitado.
No son bien recibidos... ¡FUERA!

Y usted, caballero, por favor vuelva a tomar su puesto.
Disculpe las molestias.


IV

Los perros ladran en la calzada
y botan sangre por la boca.

Sin afán de molestar
manifiesto las Verdades que he de poseer.
Soy el único que las sabe:

Fui el único que se dignó a sacar a pasear al perro.

El pobre estaba triste y desolado.
Por eso se unió a los huachos
y ahora no cesa de ladrar con ellos.


V

Hasta el momento
el sol que me has dado
no me ha bastado
para el lamento
que llevo guardado.

La desolación reina en el castillo gótico.

Es alto.
Es delgado.
Es uno sólo:
mató a su hermano gemelo por hocicón.


VI

Nunca está demás un vaso de cerveza helada
un cigarro de tabaco cubano,
una musa amando la carne húmeda,
un estimulante del sistema nervioso central,

una ecografía invisible.

Un vaso de cerveza helada y un poco de cianuro.


VII

Recoge el tiempo recuerdos extraños.
Recoge la vida momentos extraños.
Se mojan las hojas con fluídos extraños.

Todo es extraño.

Todo ha desaparecido.
Ya todo está perdido.


VIII

Nunca es tarde para una esperanza.

A veces se va el tren
y no llegan a tiempo.

Se pierden entre la multitud de esclavos
y terminan por convertirse en uno de ellos.

Pero siempre hay una que escapa
y que enciende la flama.

El fuego arrasa con las casas más humildes.

Todo se quema.

La hoguera danza sensualmente para seducir al inquilino.

Se siente solo y no tiene con quien conversar.


IX

¡Tan sólo nos une la muerte!

Es muy probable
que los gusanos que devoran cada uno de nuestros
cuerpos en la ultratumba
se hagan muy buenos amigos.

Sólo se necesita un poco de flexibilidad
de la gente de derecha.

En el fondo ellos tienen la culpa.

En el fondo está el vacío.

En el fondo.

Fondo.

Vacío.


X

Cuando reviva el alce muerto
y cuando florezcan las bugambilias,
se habrá de saber la verdad.

La verdad de todo esto.

Claro que las inclemencias del olvido
acechan
hambrientas.


XI

"No me quedé sentado
en ningún sueño",

dijo el Poeta mientras se masturbaba.

Cada día está más seco el ramo.

Conserva aún su color,
pero su desesperación es inminente.

Ya no queda mucho por hacer.

La respuesta la tienen los pulpos

y uno que otro micro chip.-