Después de caminar un largo rato muy cerca al banco se le vio decidido por fin a lo que una hora atrás se empeño en realizar, ingresó al establecimiento con las manos desnudas, las cuales al igual que el llevaban días sin dormir además de las heridas que su trabajo le proporcionaba hacían de el un blanco perfecto.
A unos metros de allí se ejecutaba otra escena que daría un complemento a esta historia, se trataba de 2 viejos amigos que se conocían desde antaño, varios recuerdos compartidos hacían de ellos un gran ejemplo de lealtad, en sus manos empuñaban cada uno una escopeta recortada con munición extra en sus chaquetas y por si no bastase incluían también una Biblia que seguramente les salvaría de pisar tierras infernales.
Nuestros protagonistas se conocían bastantes años atrás y hasta se podría decir que fueron amigos durante un tiempo, pero situaciones nauseabundas les separaron perdiendo todo rastro unos de otros.
¡Apúrele hermano que no me aguanto los nervios! - Estas fueron las ultimas frases que pronuncio uno de los hombres antes de iniciar lo que los ojos hambrientos de su familia le habían llevado a cometer. Nuestro otro hombre no se quedaba atrás, siempre apoyando a su coestrella con en aquellos tiempos en los que las armas eran reemplazadas por balones y las balas por aplausos maternales, para el era imposible llegar a imaginar que su gran héroe pudiese caer tan bajo, pero, algo que caracterizaba a este hombre era su lealtad, y hasta el infierno le seguiría si fuese necesario, es mas, aun muerto le hace compañía.
Sucumbió el sol al peso de las estrellas y dio paso al la oscuridad, la madre de las sombras, 3 caminos que estaban apunto de reunirse eran el preludio a un recuerdo que atormentaría a mas de uno... ellos, con meses practicando cada paso irrumpieron en el banco, dispararon a cada una de las cámaras estratégicamente colocadas, mas no escondidas de la vista de cualquiera que estuviera dispuesto a examinar con detenimiento, como nuestro protagonista, que necesito de 12 horas de largas filas, dolores de cuello por la posición incomoda que requería el análisis y hasta gafas tuvo que comprar por su agotada vista que no daba para tanto.
Nuestro amigo con las manos desnudas requería de una bufanda que le cubriese el cuello y parte de la cara para no caer abatido por el frío que la capital colombiana le ofrecía a sus habitantes, estaba dispuesto a entregar todo para salvar su hogar a pesar de haberlo perdido a causa de la violencia, pero no alcanzo a abrir la boca cuando 2 encapuchados entraron y a todo pulmón ordenaron que todo aquel que quisiese conservar su vida levantase las manos sin oponerse, el, sin examinar la situación Eligio la opción mas lógica y levanto las manos, vio como las cámaras eran derrotadas una a una, también vio como el guardia que antes le permitió el ingreso perdió su vida en un intento de defender la catedral del capitalismo que representaba aquel banco, nuestro amigo solo cerro sus ojos.
Y ahora, con las cámaras destruidas no había nada que pudiese detener la matanza que estos 2 hombres habían iniciado, las bóvedas estaban un cuarto mas atrás, asi que se dividieron, uno cuidaba de algún soplón y el otro tomaba posesión del dinero que le salvaría del hambre, si no fuera por la imprudencia de un guardia que intento detener aquel hecho no hubieran habido muertos en este robo, pero como la vida no es color rosa nunca nada sale como se planea. El disparo que cegó la vida de un anciano uniformado desencadeno el pánico entre quienes estaban adentro.
Nuestro hombre de la bufanda recibió en sus manos desnudas un radio comunicador perteneciente al guardia, y con su último aliento este le ordeno que llamase a la policía, acto que enseguida aquel viejo efectuó... !Que mierda cree que esta haciendo este puto cucho!... una voz familiar pensó el anciano que sin embargo ignoro los avisos de su mente, el frío metal de la escopeta y el olor de la pólvora recién quemada producto de el disparo que antes acabo con la vida del guardia hizo que toda una vida llena de esfuerzos pasase ante sus ojos en un segundo.
Para que sirva de ejemplo voy a matar a este cucho, a ver si aprendemos a no sapiar a la gente. - Dijo aquel muchacho que se notaba a leguas no estaba seguro de lo que estaba diciendo, permaneció en silencio unos instantes para luego inundar el vidrio de "oficina de prestamos" con la sangre de aquel inocente.
La policía llego extremadamente rápido, como si se tratase de una fuerza de verdad eficiente, pero claro, esto es ficción...
Esto no estaba en los planes de ninguno de los 2, pero como dije antes, la vida no es color rosa y nada sale como se planea, la desesperación de estos confiados ladrones les llevo a cometer la mayor masacre jamás vista en un robo que los periódicos de la Republica de Colombia hayan registrado, hasta que agotaron munición fue que ambos decidieron entregarse y acabar definitivamente con el sueño de mejorar sus vidas.
Para cerrar esta anécdota proveniente de mi enredada cabeza debo decir que aquel anciano unos años antes discutió con sus hijos ya que nunca aportaban nada a la casa y siempre despilfarraban el dinero que el se sudaba día a día, llego a la conclusión de que debían irse de casa y ganarse la vida honestamente, ellos, con gran enojo aceptaron e iniciaron su viaje a Bogotá partiendo un domingo en la madrugada. Asi paso un año, los dos viejitos solos en su casucha tuvieron que abandonar su hogar a causa de las armas que les ordenaban vivir fuera de su tierra, cargando consigo unos chiros y una carta de sus hijos solicitando ayuda económica a pesar de su discusión hacia ya un año, pero el orgullo pudo mas que la compasión y otro año paso sin casa, sin dinero, y sin hablar con sus hijos. Después de tanto tiempo el anciano decidió que ya habían tenido suficiente castigo asi que cogio una camisa, un pantalón y una bufanda, estaba decidido a solicitar un préstamo para el y sus hijos dejando a su esposa preparando el almuerzo en una pieza húmeda, sucia y arrendada.
Como deben de estar suponiendo sus hijos eran 2 y el hecho de pasar un año con necesidades infrahumanas, tener familia y verla pasar hambre les arrastro a cometer un robo, solicitar ayuda a su padre no funciono y sin embargo ellos aguantaron un año mas el hambre. Ahora están pagando sus delitos en una prisión de máxima seguridad, lejos de sus familias, jamás se enteraron que el anciano que falleció aquel día en el banco llevaba un vinculo sanguíneo con ellos, y mucho menos se enteraron que su madre aun espera con un plato caliente la llegada de su esposo acompañado de sus dos hijos.
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