Apenas emparchado el último olvido
reincido en la quiniela del desastre.
Me apresuro a presentir
que podes ser mi premio
(aunque sea consuelo)
en ésta lotería de vivir
mirando al prójimo.
Adivino que levantaré junto
a tus años,
mi imagen,
mis días
y todo lo muerto.

Doblando las rodillas
estoy aprendiendo a rezar.
Tengo las fatigas tan adentro
que amar todavía me destroza.
Irremediablemente,
como el aire que me envuelve,
miro esos ojos
para atentar contra el destino.
Dejo descansar el retrato
que alguna vez se suicido
en un zaguán para morir
contra otro cuerpo solidario.

III
Venciendo las mentiras
sueño con contar historias ciertas.
Comienzo a dar crédito
a esta vieja manía
de repartir amor por las veredas.

No me preocupa
si la suerte no está jugada a mi lado.
Conforma sólo salvar lo que queda de figura.

IV
Apenas emparchado el último olvido,
Vuelvo a caminar sin versiones encontradas
ni odios en formol.
Doy la cara ante cualquier vuelta de página,
rindo cuenta al zoológico que examina.
Necesito pedir un poco a todos.
Dar todo,
Para ser algunos de esos héroes
que amaron sin pedir la gloria.

Sin más.
Quiero reincidir en el amor...
en la confianza de los ojos que miran,
necesito reincidir en todos esas cosas

que con el tiempo lastiman.