Algo en tus ojos cambió, ya no tienen aquel dulce color,
tu mirada me cuenta hoy, historias de terror.
En tu piano, ya no tocas aquella dulce canción, y en tus lágrimas veo el desamor.
En tus brazos ya no dibujas corazones con nuestros nombres,
sino que cortas cruces con cuchillos, representando odio, furia y dolor.
y en aquella noche celestial, mi vida te quise entregar, la supiste apreciar,
pero hoy entre reproches, me quieres dejar, me quieres matar.
Y en aquel baile de demonios, mi alma danza sobre la delgada línea del odio,
frente a una llama de rojo color.
Mientras tu te ahogas en lágrimas, corrompes un llanto, un augurio fantasmal
Mientras tu, piensas en el viento, gritas mar adentro, y escuchas el silencio.
Mientras tu, con tus dulces alas y tu cola infernal, me envenenas, me enredas,
no me quieres soltar.
No abuses ni lastimes de mí, bésame dulcemente, adórame incansablemente.
Hoy me dices adiós, en tus ojos no hay dolor, en lo míos, lagrimas de amor.
Sin razón, te vas de mi lado, me clavas en mi espalda, la flecha del amor desperdiciado.
Y caminas, y caminas, ya no escucho tus pasos, hace tiempo me di cuenta, que algo había cambiado.
Así, me matas tiernamente, me matas suavemente, me matas de a poco, ya no te importo.
|