Me gritas desde lo mas profundo, de mi inconsiente. Me Llamas por nombre; te apoderas de mí. Tus órdenes me queman las manos, me destrozan el corazón. Es tu voz, quien duerme en mi cabeza; se vuelve un eco sordo, en la inmensidad de la noche. ¿Porqué me quieres? Dime lo que necesitas, a ti perfecto extraño, todo te entregaré. Mas a cambio pido, la libertad, de tus palabras.
Texto agregado el 19-11-2005, y leído por 127 visitantes. (2 votos)