Y de pronto ya no supe que decir, las palabras en mi mente desaparecían lentamente y justo aquellas que necesitaba más ya se habían ido hace mucho, incluso antes de que yo me diera cuenta que empezaba a dejar todo esto poco a poco...
Entonces me di cuenta que mi alma se retiraba a pedazos de mi cansado cuerpo y sin motivo alguno era un miserable puñado histológico carente de razón, carente de escencia, entonces me di cuenta que donde creía estar ya no estaba, entonces me di cuenta que había muerto, entonces me pude ver a mí misma desde este lugar sin ubicación, entonces vi la materia que dejaba en la tierra, mi rostro reflejaba paz aunque no había terminado en mi cama como yo quería, sino en el piso con una jeringa la lado de mi mano y otras tantas colillas esparcidas por el suelo...