Trato de escribir algo, un cuento, no se, tengo muchas ideas vagas en mi cabeza, no se si pensar primero en un personaje o en el argumento. Por asociación de muchas ideas, me imagino un señor de edad ya avanzada que vive leyendo cuentos de ¿qué cosa podría ser? a ver, un anciano que lee libros sobre proezas y heroísmo. Claro, puede ser, este señor se enloquece a causa de esta afición y se transforma en un obsesivo buscador de justicia. ¡Me gusta! ¡Me gusta! No sé por qué pero tengo el pálpito que algo así podría transformarse en una obra importante. Tincada mía, no sé. Claro que este vejete tiene que encontrar un contrapunto, alguien que lo trate de aterrizar, acaso un tipo rudo, sin ninguna cultura pero que sea lo suficientemente astuto como para pensar primero en engatusar al anciano y conseguir alguna cosa, sirviéndole. Me parece que voy por buen camino pero algo me falta para redondear este boceto y eso es introducir a una mujer, una princesa quizás, tácita o real, una conjunción imperfecta que sea el trasunto de la locura del anciano. Me gusta mucho este bosquejo y voy a continuar delineándolo para que sea algo redondo. ¿Qué nombre le pondré a esta obra? Lo voy a pensar pero me parece que tiene que ser una obra de caballería, ambientada en un lugar de cierta tradición. Podría ser Japón, China o algún estado imperial, acaso Italia o Rusia. Lo pensaré bien. También se me ocurre España pero ese tema lo voy a dejar para más adelante...
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