Cuentan en el lejano oriente, aquellas voces sin nombre, una historia escurridiza como la niebla, oculta por siglos y edades al mundo, pero ahora, ha salido a la luz, por fin descubierta para ser sabida por nosotros, los que pertenecemos al sistema, que a pesar que no podemos hacer nada para evitar la realidad, al menos podemos hundirnos en un reconfortante pensamiento de justicia, aunque sea banal o por un solo segundo…
En las tierras de Asia, se dice que habitaban elfos, hermosos seres de largos cabellos, risueños, dando alegría al mundo a cada segundo, muchos nos preguntamos ¿Dónde están ahora? La respuesta, dentro de ti.
Se cuenta que hace muchos años, hubo una gran guerra por la estrella mayor, la más hermosa… los humanos querían apoderase de ella, egoístas, querían dejar el cielo sin su esplendor… pero los elfos, de corazón puro, querían defender el cielo, puesto que conocían sus más íntimos secretos, sabiendo que la estrella mayor tenía poder de amor.
Comenzaron entonces grandes batallas entre elfos y hombres, pero los humanos, astutos, crearon una extraña pócima que podría matar a los elfos y dejarlos seguir con su plan maligno para apoderarse de aquella hermosa estrella. Fue pues, la más hermosa de las mujeres, engañosa como la serpiente, en la oscura noche, alumbrada por la estrella mayor, a depositar la pócima, en aquel líquido que se bebía en esos años, undürüel, muy similar a la sangre, y puso sobre la fuente de undürüel la pócima o veneno…por la mañana al despertar, los elfos la bebieron… lloraban amargamente por haber sido envenenados, pues amaban la vida, tanto como amaban a la estrella mayor, se acercaron al undürüel y… tomados de las manos cayeron al riachuelo de éste, entonces… desaparecieron sus cuerpos, y el color del undürüel cambió al color de los ojos de los hermosos elfos… y brotaron seres, en las tiernas corrientes de las que hoy llamamos “aguas” ( Sangre de elfos) .
La estrella mayor jamás se volvió a ver, por la avaricia de los hombres, quienes, hasta el día de hoy, beben la sangre de los elfos, y se apoderan de lo que a la naturaleza pertenece, ahora, el sol y la luna han reemplazado a la estrella mayor, pero en su belleza, jamás habrá quien iguale a la dama de las estrellas.
|