Vosotros os creéis muy malos,
Porque no conocéis de mí,
Soy vuestra tortura y descenso,
Fuego y sangre en soledad.

Mi prisión me es amiga,
Y vosotros, playboys domesticados,
Sois un juguete marginado y sucio,
Me río de vosotros en vuestras caras.

No sabéis ni de césar ni Cervantes alguno,
Pobres de vosotros,
Malgastáis vuestras vidas siguiendo un chavo del 69,
¡Maricones! Vosotros hombres sois mierda.

Quien supiera de dulzura y doncella,
¡OH! Malvados bastardos eternos,
Os creéis Dioses y sois más fugaces que el sol,
A vosotros nadie os arrancará cizaña alguna.

Pensáis que soy felices, pero, ¡OH! Que triste es la vida vuestra,
Engañáis y matáis todo sueño aflorado,
Pensáis que con un doble clic tenéis la noche ocupada,
Sonreís, porque no conocéis de lágrima amiga.

Alguna vez pensé en vosotros como magia,
Pero sois peor que cualquier cruela arrancando piel en oscuros matices,
No tenéis necesidad de deleite ni arte,
A vosotros hasta google os asusta.

Habéis creído que erais conquistadores de tierras,
¡OH! Cuan burdo y ridículo es vuestro pensamiento,
Creéis que la música y el alcohol os sacarán de este hoyo,
Pero estáis muy equivocados.

Pensáis en el cigarro como en novia,
Pero no sabéis que la nicotina os tiende trampa,
Seréis crucificados, fucilados, y hasta os quedaréis sin disco el fin de semana,
¿Sabéis por qué? Porque os odio animales.

Sí, os odio, me dais asco,
Vuestras mentiras piadosas son mi repugnancia,
Vuestras pieles claras y oscuras no se comparan con la mía,
Yo soy superior, yo al menos siento.

Vuestro silencio me quema, pero vuestra boca solo me es maldición,
Cuanto desearía no conocer de vuestra existencia,
Evitaría el sufrimiento, el dolor, la sangre,
Incluso, podría quemar este odio que llevo en la piel.