Destrozando todos mis sentidos con la sonrisa falsa de mis muecas, espero el día de dejar de mentir, de olvidar, de sentir el engaño en todos los poros de mi piel desgastada por el tiempo que fluye sin compasión.
He aprendido durante todo este espacio de tiempo a no darme por vencido, a resolver las incógnitas de la evolución humana, a navegar por mil mares, mil formas de pensar.
Aprender a mirar siempre de frente a todo lo que me voy encontrando día tras día, sin dudar ni un segundo que el miedo no es razón para volver atrás.
Pensando en lo poco que he conocido hasta hoy en día me siento un bufón simple e inútil.
Creo que he perdido algo que no daba importancia y desde que no lo tengo me siento vacío, desde pequeño tengo una pesadilla de la cual cada vez que me despierto acabo vomitando hasta la primera papilla, en la pesadilla pierdo algo que es pequeño pero muy importante, algo crucial para poder seguir viviendo, el ahogo y la desesperación colman mis sentidos dejándome indefenso, inútil, sin esperanza.
Creo que el sueño ha cobrado vida y la angustia es una parte de mí, las ganas de luchar desaparecen, se esfuman como una luna sin sol que no brilla.

Si el sol dejase de brillar,
Si las sombras reinaran,
El dolor que sentiría,
Se quedaría corto,
El sin sabor de mi vida,
Se quedaría corto,
Si el sol dejase de brillar,
No quedaría nada de mí.