Lo primero fue abrir la puerta y comprobar que estaba en la misma habitación de los últimos 2 meses, tenia los sentidos embotados y el cabello sucio y avía dormido con las botas puestas, me asome por la ventana, abajo estaba la rué du rome y por la luz supuse que eran mas de las 5 de la tarde.
en las noticias habían dicho que el invierno recrudecía, asía 5 días se nos había dañado el calentador y ese era el tiempo que llevaba sin bañarme, me dio hambre y decidí prepararme un sandwish, me senté a comer y el olor a achiz lleno el aire, Havy se avía despertado y salia de su cuarto con el porro recién encendido después nos fumamos el porro con el desayuno. el efecto del achiz después de mes y medio es algo estraño, embulle la vida en un gran sueño, no se olvida nada en concreto pero comienzan a faltar los detalles, luego me distraje tratando de recordar que había almorzado el día anterior pero no lo logre con claridad, después sonó la puerta y entro Gabrielle, estaba mas buena que de costumbre y eso ya es mucho decir, nos saludo y se fue a hacer sus cosas en el ordenador.
Antes de salir a la calle rebusque en mi mochila, me quedaban 50 dolares y el tiquete de vuelta a Bogota para el mismo día a las 10 de la noche, asía dos meses había llegado a a Marsella, no asía mucho estábamos celebrando con mis amigos mi 18 cumpleaños con vodka barato en algún lugar de Bogota y la semana pasada había peleado con Bruna por culpa de su puto gato los gatos son los mejores animales del mundo pero la verdad es que ese gato en particular era un pobre hijo de puta.
Así que hay estaba yo, un joven colombiano de 18 años a 15.000 kilómetros de casa, con 50 dolares en el bolsillo y un tiquete de vuelta a punto de vencer, que se avía peleado con un puto gato, llevaba dos meses en la casa de unos acogedores casi desconocidos, avía peleado con Bruna y Gabrielle no parecía ponerme atención, además acababa de desayunar a las 5 de la tarde y llevaba media hora tratando de recordar lo que había almorzado el día anterior. todo paresia indicar que abría que moverse, era el momento de la decisión, tendría que volver a Bogota o irme a cualquier citó, a intentar comenzar una nueva nueva vida, es sorprendente cuantas nuevas nuevas vidas puede intentar comenzar la gente cuando no tiene ni puta idea de lo que busca.
Para cuando salí a la calle avía terminado de anochecer y el aire frió se me metió en lo huesos, camine una cuadra y luego baje derecho asta el veux port, le compre dos manzanas a un árabe, también un mechero de 50 céntimos y una cajetilla de malboro, luego cambie el billete de 50 y entre al cine club a ver la ultima función del día
Cuando salí del cine club estaban cerrando los comercios y abrían los bares, decidí subir asta el apartamento de Juliene una amiga que había conocido 3 semanas antes, una loca de lo mas agradable, cuando llegue la puerta de su edificio estaba abierta, entre subí las escaleras y golpee, nadie respondió, volví a golpear, nadie abrió, luego me senté en la escalera y la espere unos 10 minutos, acabe por cansarme y volví a salir a la calle.
A la altura del veux port me encontré con Marselo, un vagabundo argentino con el que había compartido mi almuerzo sentados en un banco a los primeros días de mi llegada a Marsella, resulto que el loco había sido profesor de filosofía y lo que es muchisimo mas importante tenia una botella de vino, nos sentamos a hablar de temas diversos, a saber: la situación social latino americana, la cultura en buenos aires, la seudo cultura en Bogota y las tetas de una rubia impresionante que paso al frente nuestro y que nunca se fijaría en dos tipos sin coche ni american expres sentados a la salida de un bar, cuando se acabo la botella me despedi de Marselo, antes de irme tome un cigarro le di el resto de la caja una manzana y le desee suerte, nunca supe nada mas de Marselo, supongo que en los siguientes días el también tomaría un tren supongo que se iría a buscar un mejor cito, supongo que nunca lo encontrara supongo que nunca dejara de buscarlo.
Después de caminar sin sentido y fumarme mi cigarro me fui al rincón cubano,
en el rincón cubano hable con el tipo de la barra, el me reconoció porque yo avía ido con Bruna 2 o 3 beses antes de lo del puto gato. le explique mi situación le dije que lo mas probable es que no volbiera por hay, que tenia que irme a cualquier otro citó, me dijo que entre inmigrantes nos entendíamos y lo que es muchisimo mas importante me dejo 2 cervezas al precio de una, antes de salir le pregunte la ora-van a ser las 2-me respondió
Una cuadra mas allá me cruce con un joven árabe, me pidió fuego, le pedí un cigarro y me lo dio, trate de prenderle su cigarro pero me rapo el mechero prendió su cigarrillo y trato de irse, lo tome del brazo y le dije que me devolviera mi mechero, me ofreció otro cigarro, le dije que no quería mas cigarros que quería mi mechero, no me lo dio trate de quitárselo pero me empujo, yo saque a relucir mi casta colombiana y le metí un puño seco en la mitad de la cara, el saco a relucir su casta árabe y me metió una patada en la nalga derecha, lo siguiente fue un mar de sombras, escupitajos y mordiscos, sentí todo su peso contra mi cuerpo y pensé que si me tumbaba me daría kilómetros de patadas, primero en los riñones luego en las huevas y por ultimo en la cara, en medio de todo el mierdero puse mi pierna detrás de lo que supuse era su pie de apoyo y entonces sin esfuerzo alguno y de un momento a otro el joven árabe callo como un sapo contra el pavimento, la cabeza le reboto y sonó CLOCK! di dos pasos asía atrás y para cuando termine de quitarme el cabello de la cara el joven árabe se había incorporado y estaba parado a unos 4 metros zobandose la cabeza y gritandome no se que mierdas que no entendí, luego guardo el mechero en su bolsillo y se dio media vuelta, mire asía el suelo y vi la caja de cigarrillos camel que el joven árabe antes tenia en la mano, estaba tirada en medio de un charco, entre una cosa y la otra el tiempo se avía vuelto de plastilina y para cuando me di cuenta el joven árabe daba la vuelta en la esquina. cogí la caja de cigarrillos y me fui en dirección contraria
Después de 2 cuadras me comenzo a arder el cuero cabelludo y se me durmió la nalga derecha, luego fue como un millón de hormigas caminandome por la mitad izquierda de la cara a la altura de la ceja, me toque y sentí primero como un rallo y luego me di cuenta que tenia un pequeño turupe, sentí algo aguado en la nariz, me lleve los dedos a las fosas... eran mocos simples mocos aguados y salados me habían mojado la llema de los dedos y me miraban a la cara cagados de la riza.
A la altura de la rue du paris me senté y me volvió a entrar el frió, saque la caja de cigarrillos quedaban unos 10 pero solo 2 estaban secos, uno estaba partido a la mitad el otro estaba echo una lastima pero podía fumarse, espere a que pasara alguien para pedirle fuego, al cabo de un rato paso una señora mas bien de edad pero pareció no entenderme o eso quiso demostrar, me miro de arriba a abajo y cruzo la calle, no paso nadie mas, a lo lejos chillo una sirena.
El 30 de diciembre del 2004 en Marsella un cigarrillo maltrecho y desencantado esperaba un fuego que nunca llegaría, mientras bailaba entre los friolentos labios de un joven colombiano con una nalga dormida y un puñetaso en la ceja. En algún punto de esa misma ciudad un joven árabe con mi mismo color de piel y bajo el mismo perro frió, tenia la nariz lastimada y debía estar maldiciendo su puta suerte de no tener un cigarro mientras jugaba con el patético mechero de 50 céntimos que llevaba en su bolsillo.
Las coincidencias de la vida son algo fascinante, al día siguiente me encontré con Julienne, hablamos un buen rato, luego fue con migo al apartamento, recogimos mis cosas y después de despedirme de todos (el puto gato incluido) me acompaño a la estación de tren, me regalo un billete a barcelona me dio un beso en cada mejilla y se fue a continuar su vida, yo también continué con la mía y así fue como al llegar a barcelona me tome un café y escribí esto. Con el paso del tiempo he aprendido que si dios existe debe ser un vagabundo borracho, y como todos los vagabundos borrachos que he conocido, debe tener días en los que es un tipo de lo mas encantador y debe tener otros días en los que es simplemente un desgraciado de la peor calaña, pero eso no es lo importante, lo realmente importante, lo que todos deberíamos aprender de esta historia y lo que cada uno debería contarle a sus nietos una tarde cualquiera después de cenar, y después de 40 años de trabajo absurdo o de deambular sin sentido nos hallan quitado cualquier rasgo de humanidad, es que aquel día a eso de las 2 de la madrugada en Marsella, 2 inmigrantes no pudieron fumarce sus cigarrillos.
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