Respiro y siento tu respirar
escucho tus pasos en mi memoria,
alcanzo a percibir tu aroma,
abro los ojos y no estás.

La ilusión recreada de mis recuerdos
se desvanece como el humo de un cigarro
aún tengo tu sabor en mi lengua,
aún siento tus dedos apretándome los senos,
queda en mi vientre el recuerdo
de los temblores del último orgasmo.

Suspiro para sacarte de mi pecho,
suspiro y percibo el sonido de mis gemidos.
Siento en mi mano tu mano,
recuerdo como me sujetaba a ti.
Como si fuera a caer en un abismo.

Y caí,
caí en el abismo de tu mirar,
me dejé consumir cual llama en su hoguera.
Ésta vez me permití errar
y te permití ser libre.
Te dejé ir.