La relatividad restringida
(Escrito para el Nuevo Reto 3)
Llevaba varios días intentando decidir que sería de su vida. No encontraba respuesta alguna a sus dilemas existenciales, su vida se había desestructurado en menos de un mes. Había perdido a su pareja, aburrida por su manifiesta apatía vital, no le habían renovado el contrato de trabajo argumentando “falta de proactividad” y el casero le había notificado que debía dejar el apartamento en dos meses porque se le casaba un hijo. De la noche a la mañana había perdido los tres anclajes de su vida actual.... ¿y ahora qué? Se preguntaba una y otra vez.
Después de una noche en blanco y de un día agobiante, decidió ventilarse un poco. Se enfundó el chándal y se largó a la calle buscando refrescarse las ideas. A modo de muletilla machacona se repetía una y otra vez: “Cabeza fría y corazón caliente”..”Cabeza fría y corazón caliente”... Esa tarde los termómetros de Madrid tiritaban 4ºC, secos y extremos como era de prever en noviembre, lo que le llevó a abandonar la cantinela mucho antes de llegar al portal.......no tenía sentido.
Vagando por el barrio sin rumbo aparente, sus pasos le llevaron hacia unas callejuelas habitualmente poco transitadas durante el día y desiertas a esas horas de una ya indefinible tarde-noche de otoño. Acercándose al final de la calle y muy cerca de la plaza dos de mayo, con sorpresa descubrió una pequeña tienda de libros que rezaba: “Compra-Venta de libros - Ciencias Ocultas y Esoterismo”. Súbitamente y sin una clara intervención conciente se vio impulsado a entrar. En el interior se encontraba solo el responsable de la tienda y un tío de pintas extrañas que se movía entre las estanterías a rebosar de libros. Mecánicamente se puso a curiosear y su vista se fijó en un libro cuyo lomo decía “Luz y Sabiduría”, lo abrió y leyó una frase al azar: “La solución está en tu interior”. Cerró el libro y cogió otro situado mas arriba, repitió la operación: “Nunca serás mas joven que hoy”, “el futuro te pertenece”, y poco a poco fue acumulando frases sueltas de distintas estanterías que le impulsaban a seguir: “Tiene mas el que menos necesita”,”El verdadero amor te encuentra, solo debes estar atento y vigilante”.......... Tras una media hora de picoteo el propietario se le acercó y le dijo:
- Disculpe, ¿busca algo en particular?
- No, gracias, solo miraba – le contestó ingenua y mecanicamente sin mirarle.
- Pues, si solo miraba creo que ya lo ha hecho ¿no?. – Le espetó secamente invitándole a marcharse.
- Pues si, mire por donde he encontrado algo que me interesa- le contestó con un cierto toque de dignidad herida al tiempo que cogía un libro al azar.- Me llevo este.
Pagó su libro sin saber cual era y al salir lo sacó de la bolsa: “Chistes de Lepe”. Lo abrió y leyó al azar: -“Doctor, ¿Ud. cree que mi marido perderá el ojo? – Pues no lo sé, .....¡yo se lo he puesto en el bolsillo!”.
Una profunda carcajada se abrió paso descomponiendo su figura. Unos segundos después, silbando, relajada y ostentosamente, se dirigió a su casa: Mañana volvería a salir el sol por Antequera, ......no había duda.
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