De un sincero respirar nacen las cosas
para hablarte todas en un lenguaje escondido
que han venido hasta aquí para contarte
el arte de mis palabras, que son tuyas
si las escuchas … si crees que soy tu amigo.
Esas palabras que son mías, todavía te cantan,
te piensan e imaginan allá donde se guarda
el horizonte en la cima del atardecer.
Y es que al parecer aunque sólo seas mi amiga
sigues siendo el sol que a la distancia se escapa
como no vuelven los sueños …
Los deseos … el tenerte aquí me arranca la piel,
no sé lo que siento… por favor dime qué pasa,
me muero por abrazar el infinito de tu ser.
Pero he de conformarme al menos con tu presencia
para olvidarme de este disgregante vacío
aunque después no encuentre nada
y en tu mirada lo encuentre todo.
Sé que tus ojos me harán olvidarte
pero jamás dejarte de amar
porque cada detalle se parece a ti,
hasta lo que pensé que no era cierto
Texto agregado el 16-11-2005, y leído por 139
visitantes. (3 votos)