Llega la noche. Seguro no dormiré, fracasado entre las sabanas, retorciéndome de manera moribunda....... logro soñar, parece un sueño pero no lo es, gente que no recordaba, situaciones marcadas por la lejanía, trenes y bicicletas trato de alcanzar. Transpiro y despierto, agua, la luz del dia se acerca, lentamente, como un gato me seduce. El amanecer me da una cuota de esperanza, el sol ilumina mi cara y me espera la ducha, solo la ducha.
Camino por la calle habitual, moribundo como en la cama, solo que ahora de pie, paso a paso me recuerdo y no concuerdo con el tiempo, el corazón me va a estallar, pero no por una deficiencia cardiaca, no soy muy viejo, es ese pensamiento del fin y el comienzo, no puedo sentirme feliz por que sé que terminara, es el comienzo del fin.
Todo terminara pronto. Desvio el camino, tomo aquel que siempre evite pero me llamaba, con aullidos terribles por las noches, y silencios insostenibles en el dia. Alguien me vende algo y le grito con fuerza palabras que no controlo. Sigo adelante ya consiente que estoy fuera de toda racionalidad (¿cómo se puede estar conciente de la locura?), !no me miren por la cresta¡...
Es tarde, la noche vuelve a caer. Ahora hipnotisado mas que furioso en la fila interminable del super-mercado con un licor barato, no me importa, creo que hablo solo, no!, o si?.
Salto de un momento a otro, mis pensamientos y movimientos son un cd rayado, el cajero me no me mira se dedica a su función automatizada, camino por el pasillo limpio y brillante, parezco levitar e imagino que estoy en una nave espacial. Ahora devuelta a mi casa por el camino habitual pienso de una manera cómica, como si la ida fuera triste y la vuelta cómica. Era chistosa ( pienso ) la cara de ese cajero y de ese guardia, ahí parados como estúpidos......exploto con carcajadas , no puedo parar, me gustaría morir así , de risa y no de la otra forma que he planeado, podrían ser los nervios o las pastillas que he tomado, no lo se, podría ser la vida irónica y burlesca , indiferente y arrogante con su inmensidad, indiferente y egoísta con el tiempo. La luna me observa, recuerdo cuando era niño y me seguía, jugaba y bailaba conmigo, era mas grande, era de queso.
Pensando en todo eso, y murmurando algo, me encuentro frente a mi puerta. Callado busco las llaves, abro, no prendo la luz, enciendo una vela. No quiero que mi ritual sea como los otros, pienso en la música, en la guitarra fría que besaba con mis dedos, prendo un cigarrillo y me sirvo una copa. Esperare el momento indicado, los aullidos son terribles.
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