En qué momento me perdí, y en qué momento no me pude encontrar.
Entre las sombras navego, sin rumbo me mantengo.
No hay momento del día en que no piense en mis errores,
Que se acumulan como el polvo en las ventanas.
El corazón se vuelve frío, sin vida, sin respiración
y su latir se torna sordo, hasta enmudecer.
La luna ya no entra más por mi ventana, ya no entra más,
Y me retuerzo entre recuerdos que no sirven ya.
El calor se fue de mis mejillas, y se secaron las últimas lágrimas,
Siento que te extraño, aunque nunca estuviste aquí,
Y las horas pasan lento, el reloj se detiene,
Me mira burlesco, me guiña un ojo y deja de sonar.
Qué haré para encontrarte, si aún no estoy yo,
El camino de regreso se ha borrado, y nadie sabe ya donde está,
En círculos voy girando, camino por las estrellas de mi soledad.
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