Triste historia es la del roedor sin nombre,
Ya nadie lo ayuda, busca dientes en la basura.
Culpa de los transgenicos o el desamparo,
Aumentó en fuerza y tamaño.
Pocos lo reconocen de noche, al despertar atados.
El repugnante mutante quita los dientes a palos,
escarba con uñas o aparatos, babea anhelando
los dientes de niños o ancianos.
Texto agregado el 15-11-2005, y leído por 256
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