Los sonidos ahora son densos y un mate caliente reposa junto a la computadora. Los murmullos son cercanos, los rumores están fuera de mi oído. Las letras corren unas a otras en el teclado, provocan un desorden, un desconcierto.
Es simpático… la ilusión volvió y no se cuánto durará. Mientras tanto será disfrutado, seré encantado, talvez desconsolado. Pero aun sigue el cuestionamiento, aun sigue el enigma, aun se sigue sin saber lo que se hará.
¿Una rosa? ¿El rojo de los pétalos? ¿El verde de la esperanza? Simplemente comeré una manzana, miraré hacia el río… los minutos correrán y volveré a encontrarla. Todo será como la típica película que siempre añoré, el silencio en la mirada, dos palabras, nada más.