Muchos creen que ésta vida es “alegre”, muchos creen que por el simple hecho de ser inmortal las cosas siempre salen bien. Sugieren que la lujuria de nuestras vidas es mucho mejor que vivir y morir; pero no es así, yo estoy muerta y aún “siento” (o más bien no siento) muchas cosas que me gustaría sentir. Pese a que tengo a mi lado un gran compañero, estoy sola.
Camino por esta vida sola… me reencuentro y encuentro con miles de almas que pasan de verdad a una mejor vida, y yo… ¡diablos! Y yo sigo avanzando sin fin por caminos que conozco de memoria. Sigo avanzando en historias que se re-escriben una y otra vez. Mientras que los mortales, gozan cada minuto como si fuera el último, viven despreocupados de las huellas que han dejado muchos de ellos años, siglos atrás.
Las cosas no son tan fáciles como parecen, no creo que sea divertido vivir más de 100 años bajo las sombras… no creo que sea divertido esconderse de las personas… o quizás sólo acercarse para alimentarse.
El peso que los vástagos llevan en sus hombros son muchos más que los que un simple mortal podría tener, lo que pasa es que es más fácil decir que es una mejor vida por el hecho de ser “inmortal”. ¡Paf! Media estupidez, eso nos hace vivir más, pero no en óptimas condiciones, nos hace sufrir más que muchos. Por algo somos llamados los “malditos”, porque llevamos a cuesta el peso de nuestros errores y nuestros excesos. Nuestra esencia se desvanece cada día que pasa, la pureza de la sangre es menor. Nuestra propia pureza se ve atacada día a día por los jóvenes que desordenan las reglas ya establecidas. Pequeños rebeldes que no tienen conciencia de lo duro que puede llegar a ser esta no vida.
Dudo que alguno de mis hermanos pueda decir que ha sido completamente feliz, ninguno ha logrado tener una vida completamente placentera. ¡Y es eso lo que está distorsionado en el mundo! Todos creen que por ser un muerto viviente todo es lujuria, y no es del todo así. Como no lo ven… como no comprenden que el vacío es más grande que al principio… las cosas son más duras que en vida. Los dolores son quizás los mismos, pero llegan de otra forma.
Si quiera pienses que se es feliz, las banalidades de la vida no existen para nosotros… vuelves a nacer, y comienzas a descubrir nuevas cosas (cosas que nunca te imaginaste conocer). No es tan fácil como parece…
…mírame… ¿aún quieres que lo haga? |