te ves como resplandor
entrelazando tus dedos
a mis ojos reflejados
la caída púrpura del sueño
desvanece en silencio
los vestigios del amor
y de la tierna despedida
de la pasión
entre incendios mis pupilas
te asemejan
y se sumergen
en tu tímido rubor
de tormenta
al amanecer yo despierto
sólo y nuevamente sólo
respiro tu aliento
de sueño lento
y profundo
y entonces
los recuerdos
cobran vida
para existir
sólo en los labios
del corazón
toda dicha de cambio
súbitamente alimenta
mi deseo de volver a verte
y más allá de todo
tu vuelves
como sacada de un sueño
cuando yo te sueño
(porque aún y siempre te sueño
y seguiré soñándote)
con la primera
y la última luz
sin siquiera poder
advertirlo
Texto agregado el 15-11-2005, y leído por 155
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
20-11-2005
Bueno, es de lectura muy ágil y de buen mensaje Reo_Libre