El cielo ha estado nublado toda la mañana. De vez en cuando se siente unas leve lloviznas caer. Todos en la calle se apuran por llegar a su destino. Menos un caballero de tercera edad. El con sus pasitos cortos pero ligeros, va camino hacia el parque, ritual que practica todos los días. Cabizbajo camina llevando un cigarro en su mano derecha, mientras que en la izquierda sostiene un portafolio. Por lo aplastado de su tamaño se nota que no hay mucho dentro. Quizás unas fotos de, ¿sus hijos?, ¿de su madre?, o quizás de su compañera de vida que tuvo que partir. Con su pasito corto y ligero, al fin llega a ese balcón donde toma asiento. Le da una chupada al cigarro y lentamente deja que el humo salga de su boca, se queda mirándolo embelezado, al parecer le trae algunos recuerdos. Coge el portafolio y en forma casi secreta lo abre lentamente y mira su contenido, no lo extrae, así pasa un rato observándolo. De vez en cuando se le nota el dibujo de una sonrisa. Quizás lo que ve le hace acordar algo muy agradable. Así con el portafolio a medio abrir, deja ir su vista hacia un punto indefinido, ya su mente no está en éste plano, ni quizás en ésta etapa. Permanece por largo rato ahí, mirando hacia la nada fumando su cigarro.
Porta unos lentes que dan indicio de su poca visión. Su vestimenta es pobre pero limpia, un gabán marrón y unos pantalones caqui, en su cabeza utiliza un gorro de ala ancha, quizás para proteger su escasa vista de los reflejos del sol.
De pronto se agita un poco, apaga el cigarro en la tierra, le da una mirada al contenido del portafolio y con manos trémulas lo extrae y se lo acerca a su boca, como si fuese a darle un beso.

Todo se silenció. Las escasas aves que rodeaban utilizaron su habilidad del vuelo para huir. Niños, y ancianos se paralizaron en donde estaban. Todo se convirtió en un asombro. El viento siguió soplando. Algo voló del contenido de ese portafolio y vino a reposar a mis pies. Era una foto de una familia bella, sonriente, todos llenos de felicidad y por detrás tenia pegado un articulo de periódico;

Hoy en la tarde camino a su casa en aparatoso accidente causado por un chofer embriagado, la familia Tal, pereció. Sus componentes son una hija, su madre y la nieta de ésta. Les sobrevive el señor Tal que se encontraba en su casa esperando el retorno de su familia...

A lo lejos comienza a escucharse el triste lamento de una ambulancia que fue llamada por alguien que pudo reaccionar al trágico evento. Mas ya es tarde, hace rato el caballero de pasitos cortos pero ligeros, se ha ido.