A veces sangraba.
Veía mi rostro y lloraba.
Con el rostro sangrando
y la mente soñando, veía huellas de dolor
y vida sin color.
Muerte con vida
que caminaba muy deprisa pero sin saber a donde ir.
Entonces quería morir.
Sin embargo no podía, por eso me dormía, y todo lo que veía desaparecía.
Entonces me daba cuenta de que solo estaba soñando.
Texto agregado el 14-11-2005, y leído por 282
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