Dos tenedores adornan la mesa en tu ausencia ruinas colgantes gemían sin descaro dos corazones Puente de plata tu frialdad me mata dos océanos Reflejo tuyo Espejos de caliz en mi vajilla tino maldito asesina dos almas inseparables
Texto agregado el 14-11-2005, y leído por 134 visitantes. (3 votos)