Otra mañana en mi alcoba, miro el techo y veo lentamente una lluvia caer en mis ojos apagados de tantas ilusiones amargas.
Entre miles de gotas comienzo extrañamente a divisar tu bello rostro, lleno de paz y tranquilidad que me corta la respiración por segundos y lleva a mi cerebro a la alucinación.
Tus palabras desenfundan mi corazón lleno de polvo de dolor y calman mis ansias de verte bien, lejos de a quien apresas por amor y quien te entristece, te hunde en le llanto y a la vez lastima mi alma por que me hace sentir tu dolor tan fuerte como si mis gritos rompiesen la frágil cúpula de cristal de la felicidad y nos aleja de ese dulce jugo de la satisfacción y la pasión.....
Eres especial, sencilla y tu cálida sonrisa mata el decaído ser que sufre en mí, quiero abrazarte por que soy libre de elegir la espada que me hiera por brindar una vez más mi corazón..
Tu excelencia como persona completa todo de ti, solo necesitas dejarte reposar en los brazos de quien te pueda hacer feliz y dormirte en algún sueño como el que me despierta día tras día y en el cual veo esa lluvia que anhelaría que dure por toda la eternidad...