|                                              D I S C U S I O N  A N G E L I C A
 El ángel guardián pasea entre las nubes, salta de una a otra  visiblemente fastidiado. La cita era a las diez, pero este ser que le ha tocado en suerte para cuidar, no llega. Indudablemente es tan suficiente, pedante, seguro de sí y otras cosas que prefiere no pensar, que cree que no es necesario charlar un rato. El, que es, en última instancia, quien lo protege cuando debe enfrentarse con aquellos a quienes complica la vida.      Lo grave del asunto es que complica la vida de demasiada gente y andar detrás de George le implica horas extras, un stress infernal (con perdón) y el llegar tarde al spa angélico, donde sus colegas se recuperan un poco del cansancio, sobre todo si les toca guardar a algún cretino incontrolable, como en este caso.                                                            - ¡Al fin llegas! - exclama el ángel cuando George se digna a aparecer.
 - Hola, ¿hace mucho que esperas?
 - ¡Una eternidad! No te das cuentas de eso, porque gastas tu tiempo en clavar chinches en un mapa, viendo dónde puedes armar la próxima conflagración, ¡cosa que sabes que repruebo!
 - No te enojes, ya sabes que mi obligación es gobernar los estados …digo el mundo que me eligió como guía y protegerlos del terrorismo, de malsanas religiones, de exceso de sexo…de…
 - ¡No tienes idea de lo que es proteger! Yo lo hago desde que naciste y francamente me arrepiento de haber cumplido con mi obligación! dice el ángel con un furioso batir de alas, que hace que algunas plumitas se despeinen.
 -¡No me digas eso o te mando a Guantánamo con los hindues! Eres un pequeño insolente y puedo prescindir de ti.
 -Iraquíes querrás decir, son iraquíes los que mandaste allí, pero como siempre sacaste cero en geografía…
 - ¡Digo lo que quiero! (el subconsciente me traicionó) Irán, Indián, Afganistán, Pakistán, todos están de aquel lado y terminan en an - dice Georgito - mientras señala vagamente hacia allá…- Y repito, ¡puedo prescindir de ti cuando quiera!
 -¡Que te lo creas! ¿ Recuerdas cuando de  bebé, te tomaste los restos de licor de los vasos, después de una fiestecita de tu papá y casi te mueres?
 -Yo creí que eran restos de lechita…
 -¿Quién crees que hizo que te colgaras de la mesita y volcaras todo antes de que te intoxicaras?
 -¡No te necesito! He dicho.
 -¡Ja! ¿Recuerdas cuando de niño, te caíste del caballo, porque eras tan bruto para montar como Carlos de Inglaterra, y no te rompiste la crisma?
 -No me la rompí porque me caí en un montó de alfalfa…
 -Que puse yo puse oportunamente - corta el ángel - y no para que te la comieras precisamente…
 -¿Recuerdas cuando en el secundario, ante cualquier enfrentamiento con tu compañeros, te daba tos, te ahogabas y los otros no te molían a golpes, porque total ya estabas morado?
 -Es que cuando respiraba hondo para ponerme en posición de boxear me entraba demasiado aire…
 -¡Idiota! Era yo que te ponía una pluma en la nariz, como eres alérgico tosías como lo que eres, una bestia,¡pero evitaba que te rompieran hasta el último huesito!
 -Cuando comenzaste a salir con amigos, y aunque te prestaban el auto, siempre sacabas el de tu papá ¿Qué pasaba cuándo volvías borracho, un día sí y otro también y te estrellabas en sitios diversos?
 -¡Nunca me estrellé en ningún sitio demasiado riesgoso: alambradas, otros autos, alguna persona, una que otra cuneta…
 -¿Por qué yo estaba allí para correr el árbol, la pared, la  columna del puente y hasta ¡Dios me perdone! el murito que hubiera defendido al anciano que mataste!
 -¡No era para tanto!
 - ¿Y cuando comenzaste a salir con chicas y además de chocar, hacías…otro tipo de ca…, quién crees que evitaba consecuencias tales como descendencia no programada?
 Yoooo, ¡porque tuve la mala suerte de que me tocaras en el sorteo!
 -No fue para tanto, veinte o treinta chicas en toda una vida…
 -¿Recuerdas cuando, la noche que lograste recibirte de bachiller, te estrellaste por celebrar con tres botellas de wisky?
 -Pericia mía, pude esquivar el árbol y dar contra una cerca….
 -¡No, desgraciado! Yo corrí el árbol, pensando que era una pena que quedaras duro para siempre.
 -Fue casualidad, nada más.
 -¿ Y recuerdas, cuando borracho como una cuba, te precipitaste por las escaleras y diste con eso que tienes al final del cuello para que no termine en punta, con un macetón art nouveau, que costaba miles de dólares y lo rompiste?
 -Por supuesto que me acuerdo, me dieron diez puntos, tuve conmoción, y no fuiste capaz de correrlo…
 -En realidad, te tomé del pie y evité que tus sesos regaran la alfombra, eras joven y pensé que podías servir para algo, aunque…me equivoqué, sin duda…
 -Y…¿dónde estabas, cuando mi novia decidió dejarme?
 -Aconsejando al ángel de la pobre chica y contándole tus asquerosidades, para que la protegiera a ella…
 -¿Dónde estabas cuando me hallaba desorientado y confundido…?
 -Bueno…ese es tu estado permanente y a veces necesito que ir al baño angélico, me cambio la túnica, tengo simposios, esponjo mis alas. ¡Algo de vida propia debo tener, caramba!
 -No te creo, hay momentos que me abandonas.
 -¿Quién crees que cortó la droga con talco para que no pasaras directo al otro lado?
 -¿Tú?
 -Sí…
 -¡Yo creí que era mi asqueroso proveedor!
 -¿Quién crees que te protege de afganos, cubanos, norteamericanos y del resto del mundo globalizado que tiene ganas de verte como los nabos?
 -El mundo me ama y los países con sus gobernantes acatan mis órdenes.
 -El mundo sólo soporta tus tropelías, porque presides un país fuerte. El día que se te acabe el apoyo divino, vas a ver la que te espera.
 -No me gustan tus expresiones. Voy a cambiarte, quiero un ángel de la guarda más comprensivo.
 -Te agradezco que lo hagas, porque la verdad, estoy absolutamente agotado de cuidarte, estoy cansado de protegerte y tengo ganas de irme al Spa Nuboso a reponerme.¡Sesenta años atrás tuyo agota a cualquier ángel por sanito que sea. ¡Renuncio, renuncio y renuncio, antes de que me eches!El ángel, absolutamente furioso, saltó a una nube-bús y desapareció de la vista de George. Este se encogió de hombros y sonrió. El sabe que su ángel, en el que dice no creer, trabaja de firme. Y que siempre vuelve a cuidarlo, porque EL maneja el mundo.
 
 
 
 
 |