Todos los dias lo veia ahi parado en la entrada del campo santo; con su mirada inexpresiva, oscura e interesante, su boca gobernada por un rictus de severidad, y sus razgos duros, sus facciones gruesas, su piel morena, con sus anchas espaldas, sus piernas largas, y esa sonrisa con la que contestaba preguntas, y me dirigia solo con la mirada, casi burlonamente...

Su uniforme, ese pantalon plomo, ajustado, extrañamente, en la parte superior (donde estan los bolsillos, entienden?), su camisa gris, y la corbata negra, todo eso rematado por una especie de gorro sombrero o algo asi que creo se llama coscacho (tambien lo usan los carabineros)...bueno todo el llama la atencion absolutamente, desde su maldita indiferencia hasta su descaro para mirar el escote si me acerco con esa misma intencion...
Pero hoy hubieron extremos, no se si fue el intenso calor que hizo, o el aburrimiento lo que permitio que mi mentecita de niña volara de semejante forma...

Estabamos a treinta metros de distancia, exactamente al frente, prometo que olia sus feromonas al ver mi generoso escote surcado por una gota de sudor que se iba a perder alla al fondo...o eran las mias?...era mi propio olor, ese olor despedido por mi cuerpo, el olor del deseo.
Juro que desde mi asiento percibia el destello de sus ojos, los sentia sobre mi cuerpo, con un brillo como de perro codicioso, hambriento...hubo un momento que no pude mas.

Me levante, camine directamente hacia el, cruce la calle y entre en el cementerio, nuestras miradas se encontraron un instante, pero eso fue suficiente para transmitirle el mensaje, al pasar pude notar su enormidad queriendo escapar de su pantalon.

Segui caminando por la alameda hasta el fondo del campo santo, el me seguia a paso seguro, pero de cuando en cuando dando unos rodeos, para que no se notara...los astros estuvieron a mi favor, no habia absolutamente nadie en ese momento, llegue a los baños, entre al de mujeres, obvio, el de hombres es siempre asqueroso, comence a lavarme las manos, como por inercia, estaba de espaldas a la puerta, un minuto despues esta sono, pero no voltee, senti sus pisadas sobre el suelo humedo, como cerraba con llave, senti unas manos en mi cintura, subiendo hasta mis pechos, senti un monstruo enorme entre mis nalgas, una boca en mi cuello, una lengua en mi oido...
Ya no podia mas, sus manos se deslizaron bajo mi blusa, masajearon mis pechos, pellizcaron mis pezones, endureciendolos instantaneamente, mientras su boca buscaba la mia.
me dio vuelta, yo rendida a sus brazos solo obedecia, me tenia una mano en la espalda con la que me apretaba a su cuerpo para que sintiera su "estado" de alteracion, la otra en la nuca, con la que guiaba mi cabeza para un beso elocuente, ardiente como su piel, su lengua como fuego, envolvia mi boca, conocia mi cuerpo.

Su mano bajo de la cintura, hasta perderse entre mis muslos, con dedos diestros o brutos rompio la finisima tela de mi ropa interior, escondida bajo la trasparentosa tela de esa faldita blanca.
En un segundo tuvo mi pierna en su cadera, y con movimientos freneticos me hacia suya...¿ustedes creen que siquiera se como se llama, o como es su voz?...pues no, de su voz solo escuche los "te hare mia", o simples gemidos o palabras incoherentes...

Mi cuerpo aplastado contra la pared de azulejos despedia vapor ardiente y oloroso a feromonas de deseo, mi cabeza azotaba contra el muro, hasta que un azulejo mal pegado se quebro y cayo al suelo provocando un pequeño estruendo, sobresaltada abro los ojos y noto que me habia quedado dormida....ay ailyn, otra vez soñando, noto mi cuerpo ardiendo, sudando, miro al frente y el guardia que hay es uno chico y gordo...que pena, el turno de mi deseado desconocido habia acabado mientras soñaba con nuestro lance amoroso...
bueno, no importa, inevitablemente tiene que volver mañana y todos los dias para su turno, e inevitablemente cruzaremos nuestras miradas, y quien sabe si el imagina lo mismo que yo...mmm no lo creo...
Intentando calmarme y olvidar el sueño fui a caminar, e inconsientemente entre al baño, comence a lavarme las manos mientras me preguntaba porque estaba todo tan desierto, en eso la puerta suena, no voltee, para no romper la magia, ya que habia sentido ese olor, despacio las pisadas del desconocido se acercaron, pero no me rodeo la cintura sino que me poso una mano en el hombro, mire y era mano de mujer, me di vuelta y vi la cara de mi tia:
-Helena ¿que haces aca a esta hora?...vamos a la casa
-ok tia, vamos-dije desganadamente.
la segui, pero antes de salir mire la pared del fondo, y cual fue mi sorpresa al ver un azulejo quebrado, que si me ponia al lado quedaba a la altura de mi cabeza...en la mañana no estaba asi, pense...