- ¿Cuánto vale un hombre?
- ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por él?
- ¿Y una mujer?
- ¿Cuánto crees que cuesta?
- ¿Y un alma? ¿Cuánto vale un alma?
- ¿Piensas que tiene precio?
- Bueno, ¿y una mentira?
- ¿Quieres que te mienta?
- ¡Basta ya! He empezado a preguntar yo. Tengo derecho a alguna respuesta, ¿no crees?
- No.
- Bueno, entonces contéstame sólo una... ¿a qué precio está el amor?
- ¿Qué es eso?
- ¿No sabes lo que es el amor?
- No. ¿Se come?
- No.
- Entonces... ¿se bebe?
- No.
- Pues entonces, ¿para qué sirve?
- Bueno, realmente no sirve para nada. Pero la gente que lo tiene disfruta mucho más la vida. Dicen que es algo maravilloso. ¿De verdad que no lo has visto nunca?
- No. ¿Cómo es?
- Yo una vez vi un poco de amor... todos giraban en torno a él. Estaban como locos... poseídos... no creo que aquella gente fuera realmente así. ¿Sabes? El amor te cambia, te transforma...
- Ahá.
- Pero a veces el cambio no es muy positivo. La locura no siempre es buena compañera... sobre todo cuando se convierte en desesperación. Yo he visto morir gente por esa cosa, hacer cosas insospechables e inimaginables, y al final... nada. Sólo huesos.
- ¿Y cuánto vale? ¿Crees que tendría bastante con estas monedas?
- No lo sé. Esa pregunta te la hice yo antes y demostraste ser más ignorante que yo. Aunque... últimamente el amor ya no es lo que era. Ha cambiado, siempre va cambiando y te lo puedes encontrar de mil formas y colores... y te engaña, y te rompe... te destroza el corazón.
- ¿Ah sí?
- Bueno, eso es lo que dice la gente...
- ¿Y qué formas tiene?
- La que tú le quieras dar... un huracán, un torbellino, un monstruo, un hada, un sátiro, una rata, un brujo, un bufón, un volcán, una mujer...
- ¿Y cómo sabes que está ahí?
- Simplemente lo sabes. Cuando está ahí... él te lo dice y te desafía: aquí estoy, dispuesto a hacerte sufrir, a hacerte llorar y reír... cógeme si puedes. Juguemos un rato... toda la vida es un juego para el amor...
- Pues ya no sé si quiero pagar por él. No merece la pena. ¿No crees?
- No sé, yo nunca he tenido un poco de amor entre mis manos...
- Bueno, ¿y cuánto vale el dinero?
- ¿De cuánto tiempo dispones para gastarlo y disfrutarlo?
- ¿Y La Luna? ¿Cuánto vale La Luna?
- ¿Acaso crees que la noche la dejaría escapar?
- ¿Y el Sol?
- ¿Cuánto crees que durarías entre sus brazos?
- ¿Y las estrellas?
- Menos que el amor... mucho menos...
Extraído del libro "El Lado Oscuro del Cuento" de Víctor Morata Cortado
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