Viajeros en el límite,
Estoy a punto de caer
En el hondo precipicio
De la escarpada cumbre,
Oscilante entre lo que nos dieron
Y lo que sabemos que hay.

Mis lágrimas no puedo contener
Porque conocí la verdad
Y no puedo mentir más.


Soy una ruta incorrecta
Y no tengo más fe en tu creencia.
Me come el corazón
Saber lo que sé, no poder decirlo
Porque no me habrán de comprender.

Así, cada montaña
Se ve imponente en la lejanía,
Pero si la miras arrodillado
No es más que tierra seca
Amontonada de una vez todavía.


Porque la verdad no salva a nadie
Sólo esta ahí, la muy eterna,
Digna y altiva,
Lejana y fría.
Lo único que hace
Es anular mi expectativa.

Porque soy viajera como tú
Y la sé, y la digo
Con esa convicción secreta
De que siempre me atormenta.


Si no hay vida más allá,
Si la promesa es mentira,
Si los ángeles son arrogantes,
Si no hay alguna salida,
Escucha, por favor
Mi alma desespera
Porque asientas conmigo
que lo real es mentira,
y los sueños son la vida.

Confiésate a ti mismo
Que vivir es sólo eso
Y no se prolonga,
no es eterno;
que la muerte es el final
Y nada hay que reprochar,
no hay mal en ello.

Porque beneficio no reporta
Saber lo que sabemos,
Pero nos hizo libres
En el sólo momento
que buscamos caminos
y conseguimos el nuestro.

Abandonemos la ignorancia
Y tendremos bellas alas
En instantáneo tiempo.
Y nos volveremos aves,
Y seremos viento,
Sólo tenemos que ser
Individuos completos.

Acechar la pregunta
Y admitir la respuesta
De que nada ha sido dicho,
De que nunca será nuestra
La solución al dilema,
Sólo estamos aquí, viviendo
Y no hay misterio en ello.