Nunca fui buena para recordar cosas. Quizás por que siempre me la paso pensando, soy una persona “Inquisidora”, como diría mi profesor de Historia, le dice de esa manera a la gente que analiza profundamente las cosas, al punto de reír sola. No es algo bueno, cuando algo va a ocurrirme puedo ponerme en cien mil situaciones diferentes y la mayoría de las veces no le atino a ninguna. Verdaderamente lo considero una perdida de tiempo.
Hace dos años ame a alguien , amaba escribir gracias a él, y simplemente se fue, sin decir ni hacer nada.
Dos largos años pasaron, tan fríamente que de verdad fue un tiempo vació, solitario y triste. Aunque mis amigos se esmeraron en enseñarme que su cariño podía suplir a esa persona…cada vez que lograba ensartar algunas líneas a la fuerza sobre el papel, pensaba en que lo primero que quería, era que lo leyera.
Por mi bien , borre todo lo que le concernía, numero de teléfono, fax, mail, celular , dirección , todo lo que tuviera su nombre, de lo único que no pude deshacerme fue de un papel arrugado , viejo y roto. Fue la primera persona que leyó algo escrito por mí y sin planearlo, se convirtió en la persona por quien escribo. Ese papel viejo y roto, describe a la perfección todos mis defectos a la hora de poner mis dedos en el teclado, pero también alaba mi mente amplia y según él un talento que aun no sopeso.
Después de dos años escribo de nuevo, veinte páginas de una historia corta, muy fantástica y propia de mí. Con muchas fallas y algunas telas de araña, con un poco de polvo sobre mis letras, me gustaría que sus ojos volvieran a leerlo, a corregirlo, a sonreírme y decirme “esta dos veces mejor que el anterior …”.
Aun así, vuelvo a pensar, que seria bueno tener una memoria imborrable , quizás podría recordar algo de él, para enviarle mis palabras sobre papel. Seria una buena excusa para recordar su rostro y su voz, por que aunque me esfuerce en decir que dos años son nada, creo que se trasformaron en mucho tiempo, el suficiente para cambiar de fuente de inspiración. |