La noche, el efímero cóctel estallando sobre la vidriera mental, la busqueda, el insulso refugio vulnerado, corridas, coristas, porristas, porretes, pobretones disecados, diseccionada realidad, relajado pétalo, pálido; mientras, derretida va la sombra, insana alucineta, ensoñada en desvelos, descorre la pared y ruega, el infierno estuvo allí, en el lugar levemente ocupado, hace demasiados pocos dias, por el remanso de sonrisas, contaminada adrenalina, la última caricia desgarró la mueca, el ahora se desdobla, amanece, seco los párpados, falseo la postura iniciática, se fabuló de mas, la sangre, brebaje diluído en espinas... |