Otra vez aquí, frente al papel al que puedo contarle todo, siempre estará para que escriba sobre él lo que no me atrevo a decir de viva voz, lo que no te puedo decir frente a frente, no, soy incapaz, sé que soy una cobarde, pero quizás mi destino sea el de estar sola, sea el de sentarme a tomar un café en una terraza con una mesa y una única silla u observar la forma de unir las manos de una pareja, la forma de susurrarse dandolo todo en cada palabra, yo quiero darlo todo, yo quiero morir de amor. Y me pregunto ¿Cuándo?...¡¿Cuándo?!
Es curioso pero en esa respuesta te veo a ti, porque sé que estoy dispuesta a darte cada nuevo atardecer que contemple, porque tú eres el deseo de mis estrellas fugaces, porque mis labios sólo saben besar a los tuyos, sólo saben pronunciar tu nombre empapado por mis lágrimas, retorciéndose en cada resquicio de mi corazón, porque sé que ERES TÚ
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