Será que Cortazar nunca tuvo sobrenombre, que Simone de Beauvoir le dió muchas ideas a Jean Paul Sartre, o que a veces la marihuana me deja en estados entretenidos y paranoicos a la vez, la vida logra asumir un sentido tal, una cuota tan grande de sentido que o se sabe si es bueno, malo o vivible.
Será que puedo hablar incansablemente del tiempo, de como pasa, de como el pasado sigue ahi con su realismo de pintura cubista, muy cientifico, muy en su nuevo lenguaje, pero ya con la misma presencia con el mismo poder, con la misma languidez a veces y el mismo brillo de las vacaciones.
Será que los mundos se asoman en silencio, que no quiero ser noticia, que a veces lloro bien bien callada, que necesito huir de los absurdos y disfrutar de cosas sencillas como un te, será que cada vez enfrento las preguntas con menos alarde del grito, del decir que estoy viva.
No quiero ser noticia, quiero ser una persona en su pieza leyendo, caminando andando en bicicleta, paseando por tus pupilas y por las mariposas que hay en tu estomago, limpiando los vidrios de mis poros para que sean ventanas nuevamente, amando en silencio entre las tardes azules, cantando atraves de la guitarra, sin sentido, sin registrar las notas.
Será que cada vez que pienso y me acuerdo de ti, por ejemplo, mi libro se llena de cuentos nuevos. Que no se como explicarle al mundo porque tu sonrisa vale tanto, es tan cienttifica como las ecuaciones.
Quisiera llegar a esa madurez fenomenológica de ciertos personajes de cuentos post-modernos, en que los hechos sobrepasan los sentimientos, y estos ultimos a los diálogos, que son lo mas importante. Nadie esta inseguro. Nadie tiembla. A nadie le cae la realidad como un conjunto de razones morales.
Ayer todo se convirtio en una animación que yo dibujaba. No quiero morirme. No quiero ser noticia hasta que muera. |