Pobre la miel,
Pobre lo amargo de tu ser,
Sobreviví,
Aquí estoy,
Al menos, aquí estoy.
Abriré mis brazos a la vida,
Que me llevé a donde quiera,
Que me azote nuevamente si así lo desea,
Pero que sea la vida,
No tú, no yo.
Sobreviviré a este adiós.
Algún día encontrare la calma en el amor,
Nuevamente en el lugar menos esperado,
Entre rosas calidas de azul color,
Entre palabras que se disfrazan de caricias…
Solo puedo decir, que mi corazón no fácilmente cicatrizará,
Y que viviré por muchos años entre el otoño de aquel amor,
Y el frío de este invierno que mi cuerpo siente.
En la eterna espera de la felicidad
*8 de Noviembre deL 2005*
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