Basado en un populismo inédito de antigua data en Chile.
- "Mira Camilo no te podría decir con precisión si lo que tuvimos con la Ingrid fue o no fue sexo con penetración, ya sabes sus 120 kilos llenan de pliegues y de hermosos rollos su entrepierna bien jugosa. No sé si efectivamente introduje mi órgano viril en su fresca y rosada vulva, o si solo lo hice entre sus sensuales charchetitas. La verdad amigazo es que quedé muy confundido y con tremendas dudas, además me dió mucha lata preguntarle, ya sabes cuanto miedo me da perderla. Más encima pareciera que no le hice ni cosquillas porque por más que le puse bueno, fue bien poco lo que mi novia gimió, si con suerte apenas pestañaba. Es cierto vato soy un inseguro pero créeme que es porque de verdad amo a esa mujer, me siento protegido cuando me abraza, su olor es exquisito, ella es un verdadero dulce de membrillo. Por favor brother esto que te digo no se lo cuentes a nadie".
- "Ya cabro leso, no te pases películas, yo soy tu amigo desde la escuela básica ¿o acaso no lo recuerdas?; escúchame mejor si de verdad quieres salir de la duda sin que ella se dé cuenta; te daré un buen consejo de amigo, uno de verdad cien por ciento efectivo. Escúchame para la próxima vez que salgas con tu novia lleva una bolsita con polvitos de hornear, no mucho, con apenas un puñado te alcanzará. Cuando la tengas desnuda pídele hacer la del perrito, tú ya sabes cual, me imagino que esa pose la tienen en su repertorio ¿o no?. Entonces apenas ella te dé la espalda, con disimulo lánzale el polvo así como que no quiere la cosa en la entrepierna. Mira justo donde el polvo quede pegado es ahí donde tienes que introducir tu órgano. ¡Santo remedio! ¿o no cabrito?. Ya, ya tonto no me agradezcas tanto que para eso estamos los amigos, vaya con Dios y que la próxima sea en mi nombre".
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