Intentando olvidar el viejo dolor salgo a dar la cara de nuevo. El cielo es negro y no existen luces que iluminen mi camino, mas todos me miran, me miran y murmuran. No los veo, todo es negro, aún así lo sé, lo siento.
¿Quien se atrevió a sacar la sutura? ¿quien dejó los puntos a la vista? fue quien busca mi caída, el mimso que me hizo tropeza con aquella piedra tantas veces. No lo veo, no está, pero sigue tras mis pasos, provocando ecos de pisadas en los callejones oscuros de la vida. HAciendome voltar mil veces para no verlo ni una.
¿Que hacer? No lo sé, están tras de mí y las salidas son solo entradas a otros mundos iguales, de gente que mira, de gente que murmura. Tunel negro viejo amigo, que por ti solo salen trenes, por donde ningúno entra. Dame tu ponzoña. Dame la libertad. HAz sonar el truena que despertará a los vecinos y liberame de ellos. Que si todos me llamaran cobarde y a vos asesino, yo te llamaré, desde la eternidad, mi salvador.
|