Porque destapar esa botella

(Otra carta a Manolo)


Manizales, 24 octubre de 2003


Manolo, Amigo mío:

Hoy es viernes, deberíamos ir al bar, de pronto Carolina aparece y nos tomamos esa botella de vodka, este fin de semana tenemos ley seca por culpa de las votaciones, pero no importa, ya tenemos bien escondida la botella en la heladera y las botellas de agua vacías para simular que estamos tomando agua, no podemos pasar este fin de semana en blanco, sin darle de comer a nuestras ansiosas neuronas.
Yo te tengo un par de buenas razones por las cuales debemos destapar esas botellas hoy.

Como siempre te he dicho, yo pienso que las botellas tienen almas encerradas que al destaparlas y beberlas su condenado espíritu nos invade por unas cuantas horas o si nos va bien, un par de días.
Yo quiero conquistar hoy a Carolina, así que espero que me toque beber el alma de algún Don Juan, o un buen poeta, o tan siquiera un mal escritor para ver si puedo conquistar esos labios con sabor a porro, esos senos de limón y ese corazón de cianuro.

Manolo, destapemos esas botellas, ya que son lo único en el mundo que me lleva directo a donde explotan las estrellas, no te lo puedo explicar, pero me pone a temblar las piernas, el vodka es el mar donde se ahogan mis penas, me gusta el beso que los labios de la botella me dan, el obsceno beso de la verdad.
El vodka me hace pensar que al final todo sirvió para nada, que todo vale todo y todo vale nada, es algo despiadado y brutal que nos afila la mirada.
No hay nada en el mundo como el vodka que me quite el dolor cuando el amor asecha.
Necesito beber de esas botellas para poder decirle a Carolina que Brindemos en la cama y que nos revolquemos en sal, porque el mundo esta vivo, porqué se terminará, porque sólo somos gotas de licor que en algún momento seremos embasadas.

Por eso, destapemos esas botellas, que la risa curda nos invada, que el amor se apague.
En esta carta amigo mío, te quiero dar las razones por las cuales no nos podemos dejar por la prohibición de llenar nuestras vidas de espíritu de poesía y vanidad.

Sabes, en la naturaleza todas las manadas de animales viajan a la velocidad del animal mas lento, y cuando los cazadores llegan es a ese, al animal rezagado al que matan, volviendo así la manada cada vez más ágil y fuerte, es una selección natural, los fuertes sobreviven y los débiles son cazados por los leones y te digo, para nadie es un secreto que el licor mata neuronas, pero ¿sabes cuales de la miles de neuronas que tenemos mata el vodka?
Claro! a esas débiles, a las rezagadas, a las que nos ponen torpes, a las que nos hacen fijarnos en la primer zorra con bonita sonrisa y buen culo.

El consumo regular de vodka elimina las neuronas más débiles, haciendo constantemente del cerebro una máquina más rápida y eficiente.
El resultado de este profundo estudio verifica y valida la relación causal entre las bebetas del fin de semana y el rendimiento de matemáticos, ingenieros, economistas, abogados, diseñadores…

Asimismo, explica el por qué, pocos años después de acabada la universidad y contraído matrimonio, la mayoría de nuestros compañeros no pueden mantener los niveles de rendimiento de los recién salidos de las universidades. Sólo aquellos pocos que persistimos en el estricto régimen de voraz consumo alcohólico pueden mantener los niveles intelectuales que obtuvieron durante sus años de estudiantes universitarios y bebedores de vodka. Por todo ello, esto es una llamada a embriagarnos pese a la ley seca.

Mientras nuestros antiguos amigos pierden su potencial intelectual, nosotros no podemos quedarnos en la casa sin hacer nada. ¡Vayamos hoy al bar!!. ¡Bebamos botellas y Botellas de vodka!.

Nos vemos esta noche, esta noche es la nuestra, a la mierda con la ley seca y recuerda que lo prohibido es lo mejor, las malas compañías son las mejores.

¡Salud!


Con mucha resaca, tu amigo koko.