Con el infierno congelandose ante mis ojos,
y un paisaje de huesos desnudos,
la locura se apodera de mi alma.
Es la sangre, derramandose, el elixir del dolor,
es la morfina de tus heridas,
quien me mantiene viva.
Con tus cadenas sonando,
y mi boca gritando,
me sumergo en el vertigo del sadismo mas oscuro.
Ya no me importa morir.
Estoy invalida, aunque solo mis pensamientos estan rotos.
Bestias que devoran pecados,
exorcistas del amor,
Saquenme de aqui, saquenme de aqui.
Arden, duelen, me desojan tus latigazos.
Me quema tu ira.
Tu infierno se vuelve en llamas otra vez.
Se sueltan tus cadenas, y rompes por completo mi cuerpo.
De pronto me encuentro encerrada,
sangrando, llorando, quemandome por tus marcas.
Te di mi alma, te adueniaste de mi cuerpo,
y ?todavia no me matas?
Pues dejam decirte,
que en tu contrato, nunca lei,
que el sufrimiento era eterno. |