Cada día la simple luz asesina avanza lenta por el pasto húmedo de la entrada de la casa asustada. El lunes despierta la luz temprano, antes que canten gallos y se oxide la noche embriagada. Martes es día pagano, de trabajo ardiente bajo la tierra y leves espasmos carnales. El miércoles descansa la sombra apoyada en los matorrales de fuego comiendo carne de cerdo rancia. El jueves invade el ansia: bestias acechan los alrededores cargando manjares ocultos. Viernes mueren los dioses de los profanos enmascarados que luchan contra el sol y los cometas. El sábado llueve tierra. Nacen árboles de color azul que dan frutos y flores imposibles. El domingo se prepara la luz para alzar voz y alto vuelo hacia el próximo destello de lunes.-
Texto agregado el 08-11-2005, y leído por 259 visitantes. (4 votos)