Son tres fotos o son una foto, o bien podría ser una foto que hace de tres y todo eso (no puedo extenderme.) En la primera se la ve en Bahía Blanca, vestidita de Blanco y zapatitos negros, divinos. Estaba por ser bautizada y entonces los nervios y las instantáneas tan de moda, por que claro, a usted la bautizaron demasiado tarde pero bueno, eso no viene al caso ahora, en esa época todavía se estilaba la falta de memoria y los descuidos espirituales. El trajecito blanco le queda dibujado y en ese preciso instante está apoyada en un enano de jardín, uno de esos enanos tan característicos de Bahía blanca, de pantalones azules y gorro rojo, la barba la tenía blanca como su trajecito pero acaso el paso del tiempo se la habría dejado gris (en la foto no sale pero yo que la vi entera doy fe.) La foto la tomó su padre y por esas cosas de la vida o el azar o la maldad paternal, a su padre le pareció más pintoresco el enano y a usted la arrinconó como injustamente sobre el margen derecho (o izquierdo, depende.) Pero insisto, el trajecito de su prima le queda dibujado, y se me hace que el olor a lavanda que desprende sus mangas la obligan a poner cara de abeja. Bellísima.
La foto del medio la recuerda en aquel verano que se acercaron a Villa Gesell, verano del 68, usted tenía un tío que por aquella época era amigo del viejo Gesell y no le había costado nada a su familia estrechar la amistad y ampliar los lazos. Fue un gran verano. Usted le decía "abuelo" al viejo Gesell y todos encantados. Fue un gran verano (repito.)En la foto se la ve con los pies en el agua y con cara de pocos amigos; dicen que el agua estaba heladísima y que aquella fue la primera vez que tocó el mar, su padre le insistía siempre pero usted no quiso nunca darle el gusto hasta que un día (y de buena vez) su padre le dejó de insistir y entonces zas los pies en el agua hasta convertirse en campeona olímpica de la alpargata salada. En Bahía blanca vivió siempre lejos del mar, y nadie se explica bien el por qué. Bahía Blanca es hermosa. Usted también. Pero el verano del 68 fue insuperable.
La ultima foto de la trilogía la encuentra a usted entrada ya en años, 49 por lo menos. Tiene un bañador negro y una sonrisa maravillosamente inmejorable para su cara. Se nota que es una mujer apasionada y que sabe amar de espaldas, esas cosas se notan y no me pregunten por qué. Un amigo que en la fotografía no sale le apoya una mano en la pierna y le avisa que su hija está jugando una vez más con la cámara de fotos, con lo que usted sonríe felizmente sentada en “El timón”, uno de los restaurantes del balneario de Carmen de Patagones, comiendo un asado de tira delicado, acompañado de pan francés y berenjenas rellenas. Hermosa sonrisa (repito), hermosa usted. En el texto que escribió "Oda a mi pecho" dejó claro que está orgullosa de sus tetas, y no es para menos, la camisa abierta y el bañador dan fe de que usted tenía un pecho minuciosamente trabajado, y hermoso.
En fin. Usted es hermosa Ana cecilia, y creo que estoy enamorado.
Gracias por la Foto, a todos nos gusta.