El tiempo no va a transformar
el ayer en otras circunstancias,
asi como no puede hechizarme
para vivir como los poetas describen
en secuencias desorganizadas,
sin sentido y que la mente distorciona
para no enrredarse en la lapidosa rutina.
Hoy probé una nueva circunstancia,
una realidad que transforma,
pero que el pasar de los inviernos
no puede borrar.
Ayer sentí el previo gusto que intoxica,
los errores que cientos de fantasmas
procuraron no cometer.
Mañana no sé,
no sé si pueda curarme,
si pueda abrazarte,
o si me voy a morir...
pero esta noche,
en la soledad mas íntima
descubrí un latido extraño,
lleno de avispas
que amenazan con pinchar
y clavar su veneno culposo
en lo recógnito de la conciencia.
Pasaron los años,
los paisajes cambiaron,
el mundo está en guerra
y vos, tan vos
y yo, tan yo
juntos como una mentira
que no se puede revertir.