Anoche, antes de dormirme,
estuve pensando que mi amor por vos es agresivo
y que quiero que conozcas
todas las formas que se me ocurren para agredirte.
Quería que supieras que yo te "agrediría" con mis dedos jugando
y enroscándolos en tu pelo suelto,
que te "golpearía" con pequeños roces de mi boca sobre el descanso
de tu frente,
que te "apuñalaría" con el calor tierno de mi mano abrazando
tus hombros,
que te "haría explotar" bebiéndome el sueño secreto de tu boca,
que te "asfixiaría" robándome el aire húmedo de tu respiración,
que te "incendiaría" con el deseo en fuego por tu cuerpo temblando,
y que te "haría estallar" de delirantes besos por tus pies de reina y tus piernas escondidas.
Como ves, es cierto que soy agresivo.
Esta es mi agresividad,
de la que deberías temer
si en algún (inexistente) día
llegaras a dejarme que te quiera.