Quisiera tenerte enfrente para escupirte a la cara mi rabia
Y al tenerte cerca un certero golpe asestaría par borrar tu lánguida sonrisa,
Y así gritarte las lágrimas que has causado,
El dolo que no previste y el vació que le causaste,
Socavando así tu maldita confianza
Desaparecería de tu mirada la luz brillante de la apatía y
Presentarte la realidad vestida de su olvido
Y decirte al final que tu egoísmo destruyo todo
Con tu secreta hipocresía que emergió de tu alma,
Mas conciente soy de que mis letras no hieren como lo harían mis palabras.

Al contexto cabe mencionar que por primera vez en tantos años
Has logrado en mi un reproche del alma
Y haciendo brotar la rabia y el coraje ha nacido la pesadumbre de haberte amado.
Un reproche, si, eso es, mas que te puede importar
Si en tu cama duermes tranquilo
Y en el día escribes con sigilo
Que puede importarte lo que pienso
Si a kilómetros te yergues orgulloso de tu hazaña
Que puede importarte lo que sienta
Si ni tu sangre ha sido motivo de conciencia

Y si en tu cama mis pensamientos llegaran a incomodarte
Y pesadillas mil causaran
Y en la noche sollozante despertaras,
Las lágrimas te servirían para limpiar un poco tu alma.

Si en el día mi voz te alcanzara
Y en los oídos tus tímpanos reventaran
Y de rodillas de dolor te encontraras
Caerían sobre tu cuerpo mil gotas de lluvia,
Y cientos de truenos se oirían rugir
Para sanar un poco mi sentir.

Y con esto ten presente todo el día que desde acá
Un reproche se te envía.