Camino por el pasillo del museo de arte, ese dia habia cuadros de todas partes del mundo, pero de pronto veo que a mi derecha había cuadros de un Sudafricano. Los voy mirando poco a poco , eran muy buenos, de pronto uno de ellos me llama la atención, lo miro fijamente, esas imágenes me impactaron y mi mente voló en la imaginación, ese pergamino con una luz celeste irradiante, perfectamente pintado, me hizo pensar, que seria lo que contenía.
En mi imaginacíon logre abrir el pergamino y leer lo que contenía, eran los secretos mas ciniestros y ocultos, del arte y el universo. Pero al final del pergamino decía, que descubrir estos secretos tenía su costo.
El costo era no poder volver a la realidad, la condena era vivir para siempre en la imaginación y en la creatividad. Aún estoy allí, justamente escribiendo este escrito realmente imaginario. Seguiré imaginando y creando cosas en mi mundo.