Ya me dan las horas
Y los ojos todavía
No se secan
Y el corazón
No para
De latir
Veloz
Como leopardo alado
Violento
Como feroz criatura maligna
Adormecedor
Como sedante malsano
Indiferente
Como el calor
Que en mi corazón
Se postra
En los aposentos
De mis secretos
Lavo mis manos
Miro mi cara
El espejo se rompe
En mil pedazos
Cojo mi destrozo
Y mala suerte
Heridas
Incrustadas
Boca cerrada
Alma inflada
Por los aires
Vuelo sin destino
Las entrañas
Para nada
No importan
Pero…
No puedo callarlas
De una sola bofetada
Me dan su otra mejilla
Y vuelvo a golpearlas
Solo dos mejillas
Pero una vida
Entera…
¡Ah!
Por golpear
Espejos
Rotos en pedazos
Miles reflejan
Mi rostro
Impaciente
Desesperado
Tonto e insípido
¿Tendré que comer
mi propia imagen?
Hasta el atardecer
El sol no se esconde
entiende...
alma mía
Hasta que
Se diga por los vientos
Que el cielo
De bodas estará
En mi mano
Y en mi mente
Estarán los deseos
Y la necesidad
De extrañarte
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Texto agregado el 05-11-2005, y leído por 153
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
12-04-2006
Las imágenes son impactantes. Bellísimo y original. ***** Ulrica
05-11-2005
Bellísima poema lleno de amor un canto a la vida .te felicito un beso ******** lagunita
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