Hacer de la evasión un estilo de vida por temor a contaminarse, por asco a la ecuación victimario-víctima, amo-esclavo, poseedor-poseido, jefe-subalterno; similar desprecio a ser lo primero que a ser lo segundo; igual de humillante venderse que caer; convertirse en lo repugnante, en lo que repugna o en ser por éso atrapado. La pugna autodestructiva por no dejarse ser atrapado por las osibilidades de la sociedad. El abuso hedonista de las drogas como único medio de satisfacción afectiva en un mundo en el que la única opción aprendisa es el convertirse en un marginado.
A mis héroes drogados que crecen, se hacen hombres y se vuelven niños, que sorrien con sonrisas desdentadas porque han perdido los dientes porque ese es el rostro que Dios les ha dado.

A su santa paciencia hacia los imbéciles que los rodean que es todo el mundo.

A los regalos que valoran que se consiguen en la calle

A los crímenes cometidos

A los crímenes evitados

Y a todos los sagrados crímenes por cometer

A ese cielo que los protege y que en ellos está tan cerca
y tan lejos al mismo tiempo

Al falso rostro de arrepentimiento en el momento de pedir moneda

A la música que está en todas partes como vaho de podredumbre que sale de las alcantarillas como mal aliento de entre sus dientes

A los que se creen poetas

O revolucionarios.

A los hijos de nadie
que están en todas partes, incluso entre las mejores familias

Y ese silencio secreto que grita en todas partes y que es el deseo de poder ser Justo

Jesuscristo en todas partes

Ese silencio de morir en tan poco tiempo.