Ese día debería desacoplar la estación orbital de la nave impulsora. El sistema de supervivencia me despertó para supervisar dicha acción. A partir de ese momento, y tras el agotamiento del combustible, navegaríamos a la deriva y sólo con el impulso remanente de la fusión de todo el combustible.

La permanencia en el estado de hivernación no nos permitiría apreciar el tiempo transcurrido desde la partida, y sólo el hecho de que estuviera despertando era la única señal de que el viaje había transcurrido según lo planeado años atrás, cuando se inició.

Pese al tiempo y la distancia transcurridos, y en un automatismo, encendí el televisor para saber que era de La Tierra. Al hacerlo, la falta de una señal me hizo vislumbrar que algo andaba mal. Tampoco la radio percibió alguna señal.

Sólo entonces me decidí a ver por mis propios ojos si La Tierra estaba aún en su lugar. Me acerqué al visor posterior de la nave y dirigí mi mirada hacia donde debía encontrarse mi planeta. En ese momento me perturbó lo que ví. O más bien lo que no ví.

¿Qué se había hecho la Vía Láctea, El Sistema Solar, El Sol mismo ? Nada parecía tener sentido, sólo la oscuridad me rodeaba !

Volviendo a la vida y en medio de la deseperación exclamé : " Quién cresta apagó la luz del baño !!!"