Camina usando las piernas y los pies tal como lo aprendió, alcanza una esquina y no sabe hacia que lado tomar, enciende un cigarrillo y se le está acabando el tiempo. Un estado permanente de vivir.

¿Y si las cosas tuviesen algún sentido? ¿No sería estar adherido a una impresión errónea?

¿Y si las cosas tuviesen algún sentido?

Recuerda una vez en que decidió permanecer para siempre en la eterna duda como si ello fuese una forma de utilidad, como si todas las respuestas le resbalacen a los lados y ello fuese navegar por el mar, volar en el espacio. Convertido en un signo de interrogación encarnado humano gigante se hubiese convertido en la única opción para una verdadera nave espacial. Un estado permanente de auto revolución acelerada que sin llegar a conclusión alguna de pronto reventase como un capullo revienta en una flor.

La casa abandonada está al final del camino y es el lugar de descanso, posterior al rasante vuelo de la gigantesca ave negra de la muerte. Hermosa en sus propios negocios. Hermosa en sus propios asuntos.