Hechizo de amor

Una dura batalla acababa de terminar, paladines comandados por el guerrero Cloud y el general Vincent, elfos dirigidos por Zerox y hechiceros comandados por mí han sacrificado sus vidas para que unos pocos podamos regresar a casa con nuestros seres queridos.

Viendo destrucción a mi paso y sufrimiento en las caras de los sobrevivientes que en estos momentos desearían estar muertos, solo veo que la única construcción que sigue en pie es el faro de la ciudad, un faro blanco cuya belleza solo es superada por la destrucción. Decido subir para ver los estragos que la batalla ha ocasionado a nuestro reino, decido no ir solo, deseo ir acompañado de la mujer que amo, mi doncella. Al acercarme veo con agrado que no soy el único sobreviviente de la batalla dispuesto a subir, veo a mis compañeros de batalla detrás de mí, acompañándome en esta larga subida. Poco a poco subimos hasta la cima del faro para divisar lo que queda de nuestro reino, contando historias y anécdotas ya olvidábamos que muchos habían muerto para que nosotros estuviéramos vivos, la alegría de estar vivos era muy grande, tanto que fue como vivir en otro tiempo durante unos segundos, solo regrese a la realidad al darme cuenta que mi doncella ya no se encontraba a mi lado.

Rápidamente bajo del faro dispuesto a encontrarla, buscándola por todos lados hasta llegar a su casa… la puerta estaba abierta… todo estaba oscuro… solo se escuchaban pequeños ruidos saliendo del fondo, decidí entrar para ver que era lo que sucedía, al ir acercándome no comprendo muy bien lo que veo, al acercarme mas veo unas cortinas de colores oscuros colgando de la entrada de la puerta que no me permitían ver bien lo que ocurría, se veía mucho movimiento pero no se podía reconocer nada, seguía acercándome con miedo hasta el punto que logre reconocer que algo o alguien estaba sobre la cama ya que esta no cesaba de moverse, al correr las cortinas vi una piel blanca y unos largos cabellos de color negro con pequeños rizos dorados que se movían en ella, cuanto mas veía menos lo podía creer, me tenia cautivado con un movimiento tan sensual y salvaje que era hipnótico, jamás pensé que en tanta belleza y dulzura existiera un corazón tan salvaje y lleno de pasión, al ir acercándome mas sentía que mi alma se rasgaba como una hoja de papel, me sentía asfixiado y con el cuerpo paralizado al ver a mi doncella no solo en los brazos de otro hombre porque si solo hubiese sido eso mi alma no hubiese muerto.

Al entrar en la habitación mi presencia no interrumpió su amoroso encuentro, yo, mientras tanto, admiraba la piel desnuda de mi amada sintiendo cada movimiento suyo como una puñalada en el corazón, solo dentro de unos minutos notaron mi presencia y al hacerlo se quedaron paralizados como convertidos en piedra por alguna clase de hechizo, mirándome, con sus ojos negros y brillantes que tan solo reflejaban la oscuridad de su alma estaba mi doncella, la había encontrado pero preferiría no haberlo hecho. Sentí que mi corazón se infartaba, que mi alma se rompía en mil pedazos y que mi espíritu había desaparecido, solo tenia odio, rencor y deseos de venganza en mi corazón, no lo había notado pero tanto odio rencor y deseos de venganza lograron que un hechizo de los mismísimos infiernos los convirtiera en piedra, en posición de amor para toda la vida dejándome con la tortura de verlos en ese amoroso encuentro durante toda mi vida.