Caer en la fosa de tu ombligo
para resucitar con angeles en el pecho,
Cavar un poema en tu piel
y caminar tras tu sombra,
pudo ser la antología
de esa era de magnolios,
cuando no importaba
la sangre ni la tierra
como resguardo,
sólo la flor insolente
abierta y derramada
alienando nuestras súplicas.
Texto agregado el 02-11-2005, y leído por 204
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Me sigue maravillando tu escritura; tus palabras dicen más allá de lo que se puede leer. Las formas de tu cuerpo salpican de poesía el entramado de tus textos. Te felicito juanromero