Jueves 25 de septiembre de septiembre de 2003, Madrid
Marta juega con su osito a quién sabe que fantasías, sus ojos brillan con la intensidad de una sonrisa. Su madre la observa con la plenitud del amor, ya tiene 3 años. Han sido los tres mejores años de su vida, sus primeros pasos, sus primeras risas, sus primeros juegos. Todo el hogar está lleno de Marta. La niña por su parte es alegre, siempre juega y sonrie, sonrie y juega. Su mamá simplemente piensa: "ojalá siempre sea así"
Jueves 25 de septiembre de 2003, Campo de Refugiados de Bureij
Lina es una niña de tres años, duerme como un angelito arropada por sus tres hermanos. Su mamá la observa en silencio con gesto de dolor, inquietud, Lina nació al tiempo de las incursiones israelís, nació con el horror.. De repente, un ruido ensordecedor despierta a Lina, es el sonido de los tanques y las bombas. Su mamá la toma en brazos tratando de acallar el llanto y los gritos de terror. En el abrazo descubre que Lina está muy caliente, la fiebre es muy alta, nadie puede ayudarlos.
Sábado 27 de septiembre de 2003, Madrid
Marta duerme. Su papá ojea el periódico distraidamente, mientras piensa en la sorpresa que le dará a Marta cuando vea las entradas que condiguió para el zoo. Está tan ensimismado en sus pensamientos que pasa de largo los titulares, entre ellos uno que reza "La niña número 488 murió de miedo". Marta descansa como un angelito.
Sábado 27 de septiembre de 2003, Campo de refugiados de Bureij
Lina ya no tiene miedo. Su papá siguiendo la tradición reparte café y dátiles entre los familiares, sin embargo, su mente está en otra parte recordando como su niña rompía a bailar con los primeros acordes musicales. Ninguna lágrima. El papá de Lina tiene miedo a ser confundido con un activista y acabar acribillado por las balas. De momento tendrá que a sus hijos el motivo por el que Lina nunca volverá a casa. Lina descansa en paz.
" Tarek Aissa, de 35 años, médico anestesista que asistió a la pequeña en el departamento de urgencias, opinaba ayer, en la calle del distrito 9 en el campo de refugiados de Bureij, que Lina llegó ya muerta al centro sanitario. En lenguaje vulgar y llano, asegura que murió de miedo. Luego, en términos científicos repite lo que dice el parte oficial: "muerte por shock neurológico que provocó una parada cardiorrespiratoria", ni un comentario más.
"Morir de miedo. Es la primera vez en mi vida que me encuentro un caso similar, sobre todo a esa edad. Si que ha habido durante la Intifada casos parecidos entre gente adulta de Cisjordania. Pero...era imposible de prevenir, y mucho mas dificil de cuidar. Se habían perdido en vano dos horas y nedia preciosas; el tiempo transcurrido desde que detectaron los primeros síntomas, se llamó a la ambulancia y ésta pudo llegar hasta su casa" comenta el doctor, mientras golpea con toda la fuerza del pie una piedra del camino y musita sin cesar: "Sucia guerra, sucia guerra..." ( El País, Sábado 27 de septiembre de 2003.-Ferra Sales)
- Para gran parte de occidente Lina Aisa será la niña 488, otra gran parte ni siquiera la recordará
- Para el Pueblo Palestino Lina Aisa es un nuevo martir de la Intifada.
- Su papá siempre la recordará agitando su manita cuando el marchaba al acuartelamiento
SHARON DEJA QUE BAILEN, DEJA QUE SUEÑEN. |